domingo, 23 de febrero de 2014

contaminación del campo

Las actividades humanas en el campo tienen un gran impacto en la naturaleza, ya que pueden causar daño a los ecosistemas y su biodiversidad.

En esta zona, lo más frecuente es la contaminación por los siguientes agentes:
 

-Pesticidas o plaguicidas: estas son sustancias químicas que se utilizan para matar o repeler la acción de pestes o plagas (insectos, arácnidos, etc.), pero que debido a su permanencia en el suelo (varios años, incluso) pueden resultar nocivas, porque afectan su composición natural. Además, estos químicos pueden matar a otros organismos, deteriorando algunas cadenas alimentarias o, simplemente, acabando con dichas especies.




-Herbicidas: son productos químicos que se usan para matar malas hierbas o plantas indeseables en terrenos cultivados. Estas tienen un efecto similar a los pesticidas, porque afectan el suelo, pero en este caso pueden dañar a otras especies. Por ello se deben ocupar en dosis adecuadas y tapando el resto de las plantas.


-Fertilizantes químicos: las plantas elaboran parte de su alimento extrayendo agua del suelo y oxígeno, hidrógeno y carbono del aire, pero para completar su alimentación necesitan de nutrientes. Los fertilizantes químicos (artificiales) potencian dichos nutrientes o agregan otros de manera tal que las especies vegetales de las tierras cultivadas se desarrollen de manera óptima. Sin embargo, el uso excesivo puede afectar el suelo, el agua y a otras plantas.
 

-Deforestación: la reducción del bosque causada por la tala indiscriminada o quema excesiva para conseguir terrenos para el cultivo agrícola trae consigo un aumento en los niveles de CO2 en la atmósfera, ya que los árboles guardan en sus fibras dicho compuesto, y cuando se cortan, este gas se libera hacia el exterior, contribuyendo a incrementar el efecto invernadero. Además, si los árboles o arbustos son quemados se liberan cantidades extra de CO2 al aire.


-Desertificación: es la degradación continua de las tierras secas producto de las actividades del hombre (sobre-pastoreo, cultivo agrícola, deforestación, etc.) y las variaciones climáticas (avance de los desiertos en épocas de sequías y su retroceso en periodos de abundantes precipitaciones). Una de sus consecuencias es el aumento de la sedimentación de los ríos y lagos.

-Erosión: el viento y el agua arrastran el suelo fértil hacia otros lugares distintos de su origen, afectando a esos otros ecosistemas que reciben este material ajeno. Así, por ejemplo, los sedimentos empujados al mar se depositan como residuos y cambian la composición del fondo marino, sepultando vegetación y tapando cuevas.

Cabe destacar que la erosión de los suelos se acelera por la destrucción de la capa superficial del suelo, producto de malas técnicas de cultivo, el sobre-pastoreo y la quema de vegetación o tala del bosque.





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.